Haití es escenario de continuos desastres naturales y graves crisis económicas, sociales, políticas cuyo impacto ha hecho que esté considerado como el país más pobre de América y uno de los países más pobres del mundo.
Algunos de los factores que han condicionado al país a permanecer en un estado continuado de vulnerabilidad y convulsión social y política, han sido las consecuencias devastadoras del terremoto ocurrido en 2010 y que siguen presente, los efectos del COVID que se añaden a la frágil situación de salud existente (brotes de cólera, diarrea, VIH…) y el auge de la violencia como resultado de la inestabilidad política (el presidente de Haití fue asesinado en Julio de 2021).
No obstante, ante todas estas problemáticas, a día de hoy la inseguridad alimentaria está siendo la más grave, pues está sumiendo a la población en una situación crónica de hambruna. Según el Índice Global del Hambre publicado en 2021, sitúa a Haití como el tercer país con mayor prevalencia de subalimentación (dieta alimentaria insuficiente por la cantidad ingerida o la escasez de nutrientes). También lo referencia las últimas publicaciones del Banco Mundial, donde se refleja que el 46,8% de la población haitiana sufre desnutrición.
Es en este contexto donde se está desarrollando el proyecto “Ayuda de emergencia a las familias de Nazón, Cazale y Sabambón afectadas por el agravamiento de la crisis sanitaria y alimentaria derivadas del COVID19.”, financiado por el Gobierno de Aragón.
La intervención se está realizando en 3 zonas diferentes del país: Nazón, que se encuentra en un barrio urbano de la ciudad de Puerto Príncipe; Cazale, localizado en la comuna de Cabaret, una zona rural y montañosa del departamento Oeste del país) y Sabambón un asentamiento rural cercana a la frontera con República Dominicana.
El proyecto se enmarca dentro de la ayuda humanitaria cuyo objetivo es dar una respuesta urgente y eficaz para paliar las situaciones límites y de emergencia que vive una población. Para ello, se están llevando a cabo varias acciones:
- Reparto de kits de alimentación a 3.330 haitianos y haitianas. En estos kits se incluye alimentos básicos que garanticen el consumo con el aporte calórico necesario para una persona. Así mismo, se incluyen artículos de higiene básico.
- Reparto de kits a 240 familias de las zonas rurales, donde se incluyen semillas para la mejora de su soberanía alimentaria.
- Dotación de 20 reservorios de agua para garantizar el correcto lavado de manos en la población. Se están construyendo 4 reservorios por localización.
- Acciones de fortalecimiento en capacidades locales a través de formaciones en nutrición y alimentación adecuadas; higiene y salubridad para prevención de enfermedades como el COVID y otras frecuentes en la zona; y sobre plantación y cuidado de las mismas.
Con esta intervención se pretende no sólo ofrecer una ayuda puntual, sino un trabajo coordinado, completo y participativo que colabore en dar respuesta a las necesidades más básicas de la población. Lo anterior no sería posible sin la necesaria labor que desarrolla los misionarios claretianos de Haití y el apoyo del Gobierno de Aragón.