Con este proyecto se han construido locales sencillos de servicio comunitario con usos múltiples: dos aulas y un salón. Son construcciones de una sola planta. La edificación es de ladrillo, cemento y teja, materiales que se consiguen en la región a precios normales y que son de uso en proyectos de similares características.
Se trata de una comunidad que cuenta con más de 200 familias estables en unos terrenos ocupados por “familias sin techo” a la espera de poder legalizar con el municipio de Lambaré su ocupación. Tuvieron que hacer varias protestas ante el Parlamento Nacional para que les reconocieran como ocupantes carentes de recursos y por tanto con derecho a un pedazo de tierra “fiscal” donde colocar sus casas.
Este asentamiento humano comenzó su andadura por el año 1993. La situación de empobrecimiento del campo hace que lleguen nuevos contingentes de campesinos a la periferia de la capital. Los pequeños espacios fiscales o de dueño dudoso hace que la gente se organice para ocuparlos y poder levantar allí su casita buscando en la venta ambulante, la changa de pequeños trabajos, lavar ropa y limpiar casas…. un medio de supervivencia. La precariedad de medios y la indefensión en que se encuentran estas familias hace que se tengan que organizar y educar para poder defender sus derechos y los de sus hijos. Creemos que los locales construidos servirán para asegurar un futuro mejor a estas familias.