Sobre un escenario, un contador irá haciendo un recuento ficticio del 1 al 1.000 millones. Mientras, durante los 60 minutos que durará el acto, los participantes irán subiendo al escenario poner rostro a los 1.000 millones de hambrientos y proponer otras cifras. Como los 15 kilómetros que recorre diariamente Sarah en Kenia para ir a la escuela; o los 27.000 menores de cinco años que mueren cada día por causas evitables, como la neumonía, la diarrea, la malaria o el sarampión.
Además de mostrar cifras que especifiquen tanto los logros como los retos futuros, se dará especial importancia a las historias de personas de todos los continentes para las que la consecución de los ocho ODM supone una cuestión de dignidad y justicia.
Con este acto, la Alianza quiere concienciar a la sociedad de que detrás de los 1.000 millones que pasan hambre en el mundo se esconden historias, hitos, realidades y, sobre todo, personas. Además, buscan recordar a los líderes mundiales que se comprometieron a erradicar la pobreza en 2015.