En este 2014, el Día Mundial de la Salud llega con un objetivo concreto: informar y dar a conocer los problemas de las enfermedades transmitidas por vectores. Los vectores son organismos que transmiten agentes patógenos de una persona o animal a otra, y los responsables de transmitir la mayoría de las enfermedades son los mosquitos, chinches, garrapatas y caracoles.
El paludismo es la enfermedad de este tipo que más vidas se lleva cada año: provoca más de 600.000 muertes en 2010. Por su parte, el dengue es la que más está creciendo: se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años y un 40% de la población mundial tiene riesgo de contraerla, la mayoría en países tropicales y sin acceso al agua potable.
Conscientes de la importancia de conocer estos vectores, la efeméride que se celebra el lunes busca concienciar a la población y a los países en riesgo sobre estos vectores y las posibles medidas de protección. No hay que olvidar que reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna o combatir el paludismo y otras enfermedades son algunos de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio
Aunque en los últimos años se ha avanzado en mejorar el acceso a la salud en todo el mundo, todavía queda mucho por hacer. Consciente de ello, Fundación PROCLADE enfoca muchos de sus proyectos en este objetivo. Estos son sólo dos ejemplos:
- En Kikwit, República Democrática del Congo, se ha puesto en marcha un proyecto para incrementar el acceso a medicamentos básicos y otros productos sanitarios de calidad a precios asequibles. Para ello, se quiere equipar la Central de Abastecimiento de Medicamentos Esenciales con una central solar que aporte suministro eléctrico continuado de bajo coste para mantener las medicinas en estado óptico.
- En Jimaní, comunidad fronteriza entre República Dominicana y Haití, trabajan para mejorar las condiciones de vida de la población materno-infantil local y desplazada, mejorando la nutricio y salud de niños y niñas, recién nacidos, mujeres embarazadas y madres lactantes.