PASO A PASO, LOS NIÑOS Y NIÑAS CONSTRUYEN EL FUTURO

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Imagina un oasis en medio del desierto. Un lugar que, rodeado de arena y dificultades, ofrece agua y vida a quien lo visita. Ese lugar existe en San Pedro Sula (Honduras) y se llama Paso a Paso. Un proyecto apoyado por Fundación PROCLADE que lleva más de diez años fortaleciendo la educación de los niños y niñas y ofreciéndoles una alternativa en una de las ciudades más violentas del mundo.

En Paso a paso, los Derechos de la Infancia adquieren todo su sentido. En un espacio bonito y cuidado en una zona de alta conflictividad y con familias de bajos recursos, los más pequeños disfrutan de un apoyo escolar de calidad, de libertad para poder expresarse, del cariño y el amor que todos necesitamos, de una alimentación lo más sana posible… Tras ir a la escuela, más de 90 niños acuden a este espacio donde no sólo hacen las tareas, sino que juegan, comparten y se forman en valores. En definitiva, trabajan para convertirse en agentes transformadores y de cambio en su comunidad.

Y en todo este proceso, los niños y niñas son los verdaderos protagonistas. Ellos, reunidos en Asamblea, consensuan las normas, los posibles castigos, las actividades que quieren llevar a cabo. Acompañados siempre de unos educadores plenamente convencidos de que de estos niños y niñas depende el futuro.

Los derechos de los niños

Este proyecto cobra especial sentido en el 20 de noviembre, día en que se celebra en todo el mundo el Día Universal del Niño y el aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño aprobada en 1989.  Un documento especialmente importante pues supone que la infancia es considerada no como objeto de protección sino como sujeto de pleno derecho.

Sin embargo, esta convención sigue siendo un documento insuficiente y muchos de los derechos que recogen aún siguen siendo vulnerados para millones de niños y niñas en todo el mundo. La pobreza extrema (uno de cada cuatro niños y niñas vive en condiciones de extrema pobreza), el hambre (uno de cada doce niños y niñas muere antes de cumplir los 5 años), la explotación sexual (más de 1,8 millones de niños y, sobre todo niñas, están sometidos a explotación sexual), la falta de acceso a la educación o al agua potable… siguen siendo realidades contra las que hay que luchar.

Para ello, se hace necesario seguir construyendo oasis que den agua al futuro del planeta.