Desde Fundación PROCLADE siempre hemos sido conscientes de que todos y todas en este mundo estamos conectados y que, por lo tanto, nuestra manera de vivir y especialmente de consumir afecta de forma directa o indirecta a todos los pueblos. Es por este motivo que desde nuestra organización y en cada uno de nuestros proyectos y actividades buscamos trabajar por un consumo más justo y responsable que no se olvide de las personas, de aquellos que están detrás de cada producto que consumimos.
El consumo responsable no es solo una aspiración por la que luchamos nosotros y nuestros voluntarios y voluntarias, es además uno de los puntos que plantean directamente los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Dentro del ODS12 denominado Producción y Consumo Responsable se dice expresamente que “el consumo y la producción sostenible consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Todo ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y, además, ayuda a lograr planes generales de desarrollo, que rebajen costos económicos, ambientales y sociales, que aumenten la competitividad y que reduzcan la pobreza”[1].
Es por este motivo, y dentro de nuestro compromiso con la consecución de los ODS2030, que en Fundación PROCLADE seguimos y seguiremos colaborando en campañas conjuntas y proyectos propios que favorezcan el conocimiento del consumo responsable, de la economía solidaria y del comercio justo, siendo este último, un pilar indiscutible de nuestras acciones. Porque para Fundación PROCLADE el consumo y el comercio justo son herramientas centrales dentro de la lucha contra la pobreza, siendo este último además una alternativa real al comercio tradicional que promueve los derechos laborales y humanos.