LOUEILA SID AHMED NDIAYE: «DESDE CANARIAS PODEMOS TRANSFORMAR MUCHAS VIDAS»

  • Tiempo de lectura:4 minutos de lectura
  • Categoría de la entrada:Noticias / Sensibilización

“Por favor, si alguien escucha que en España se regalan nacionalidades, no les crean”. Con estas palabras, empezó la emisión de la última entrevista de nuestro programa ‘Viaje en Globo’, que contó con la presencia de la abogada canaria de origen saharaui Loueila Sid Ahmed Ndiaye. “Y esto es importante entenderlo porque parece que interesa propagar discursos de todo tipo, pero la realidad es muy diferente”, incidió la letrada.

Ella, Sid Ahmed Ndiaye, familiarmente conocida como Lala, sabe bien de lo que habla. Llegó a nuestro país con 8 años de edad gracias al programa ‘Vacaciones en paz’, y arribó en Canarias a los 9. Hace tan solo unos meses, casi treinta y tres años después, le concedieron la nacionalidad después de salvar incomprensibles obstáculos que le iba poniendo la Administración. Y pese a su acento canario con toque castellanomanchego, pese a haber estudiado y a haberse colegiado en Tenerife, pese a que sus padres y sus abuelos tengan DNI español, sabe perfectamente lo que es ser percibida como extranjera. Lo paradójico es que la abogada, que además es miembro de la Comisión de Extranjería y Derechos Humanos del ICATF y de APRASE, e integrante de la plataforma ‘Canarias Libre de CIEs’, se dedica, entre otras cosas, a ayudar a otras personas a tramitar sus expedientes de nacionalidad.

“Molesta la gente pobre”, reflexionaba la entrevistada en nuestro programa. “Y si a esto le sumas el color de piel, subimos un peldaño más escalando hacia el racismo”, lamenta. “El ejemplo lo tenemos en las políticas migratorias: a los africanos del Sahara occidental que no pueden seguir viviendo en su país y que deciden migrar no les dejamos subirse a un avión”. Y a juicio de la experta, esta es la primera frontera, “no poder salir de forma segura”. “Si a mí me costó tantísimo obtener la nacionalidad, ¿qué no les sucederá a los que vienen detrás de mí?”, formulaba.

El tratamiento mediático que se concede al drama migratorio en Canarias y las consecuencias de éste en la sociedad civil fue otro de los puntos por los que pasó Sid Ahmed Ndiaye. “Han llegado 238.000 personas en 30 años venidos desde África a través de la ruta de Canarias, y las palabras que más oímos en los medios de comunicación social son de alarma, de crisis, de menores no acompañados o de disputas”, constató. “A partir se construye la deshumanización y las políticas migratorias de contención, que llevan a la falta de derechos y de regularización administrativa sobre esta realidad”, señalaba.

Cambiar la Ley de Extranjería sería un paso importante para asegurar el servicio y protección a cualquier persona en el marco de sus derechos y libertades. Hoy por hoy sabemos que llegan maltratados, descalzos, habiendo tenido que pagar a una organización criminal que se ha lucrado de su dolor, habiendo sido muchas veces extorsionados y jugándose la vida. “En esta situación, ¿cómo alguien se va a creer sujeto de derechos?”, se preguntaba.

Con todo, los años que lleva desempeñando su oficio en Canarias, volcada a favor de tantas historias como personas atiende, le han dado también un memorial de situaciones increíbles. “Las historias dramáticas parece que son más visibilizadas, pero existen otras, las historias de éxito, que son muchísimas más y no se cuentan”. Éxitos que no solo se ciñen a las de las personas migrantes que hoy trabajan dignamente en nuestra sociedad, sino también éxitos de tantos que han irradiado mucha luz dentro el túnel de odio y rechazo que transita todo aquel que llega en una patera. “Policías han denunciado trato discriminatorio de otros compañeros a las personas que han llegado, jueces que se han pronunciado contundentemente a favor de los más vulnerables, un municipio entero en Canarias que defendió a una persona migrante frente a lo injusto de la normativa, familias canarias que abren sus casas, ponen su dinero, ofrecen comida y su corazón para ayudar a quien llega temblando…”. “Desde aquí, desde Canarias, podemos transformar muchas vidas”, concluyó.

Deja una respuesta