Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hasta mediados de este año, 110 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas a huir de sus hogares. La ONU considera que esta cifra récord es el reflejo de la situación actual del mundo, destacando la situación de Ucrania y Sudán así como las crisis humanitarias en Afganistán y Siria. En su informe anual, la oficina del ACNUR señala que nunca antes tantas personas se habían visto obligadas a huir de sus hogares. Destaca además que el 76% de las personas buscaron refugio en países de renta baja o media y que 43,3 millones de los desplazados forzosos son niños/as.
Hasta ahora, la comunidad internacional ha tenido dificultades para encontrar una solución duradera a los conflictos y otros factores que obligan a millones de personas a huir de sus hogares. Sin embargo, la respuesta de los países de la UE ha sido blindar las fronteras y, ante la ausencia de habilitación de vías legales para solicitar asilo provoca que la mayoría tenga que arriesgar su vida en el mar, sortear vallas y alargar su recorrido, exponiéndose a múltiples violencias e incluso, a la muerte.
Un total de 118.842 personas solicitaron asilo a lo largo del 2023 en España y solo entre enero y mayo de este año se registraron 70.750 solicitudes, convirtiéndose de nuevo en el tercer país europeo con más peticiones, solo por detrás de Alemania y Francia.
Como consecuencia del elevado número de solicitudes, las personas están teniendo enormes y graves obstáculos para acceder al procedimiento de asilo, debido a la escasez de citas para presentar su solicitud. Esta situación lleva a las personas a tener que esperar en situación irregular entre cuatro o seis meses de media para poder presentar dicha solicitud, teniendo que recurrir al mercado informal para acceder a este derecho, lo que vulnera la Directiva Europea de Procedimientos.
Antes este enorme desafío global, Fundación PROCLADE trata de poner en marcha diferentes acciones de acompañamiento para facilitar que se garanticen los derechos fundamentales de las personas solicitantes de protección internacional y refugiadas. Por un lado, proporcionamos a las personas solicitantes de asilo y refugiadas información actualizada y orientación sobre el acceso a los recursos disponibles en su comunidad.
Asimismo, acompañamos en su proceso de integración socio-laboral, a través del apoyo en su búsqueda de formación y empleo, de manera que puedan ampliar sus conocimientos y maximizar sus posibilidades en el mercado laboral español. Gracias al equipo multicultural y dinámico así como a una amplia red de contactos con voluntarios/as y organizaciones sociales, ofrecemos una acogida digna a aquellas personas que se han visto obligadas a salir de sus territorios y que se han convertido a día de hoy en nuestras vecinas y vecinos, formando parte de nuestra comunidad.
