"Ser voluntaria de Comercio Justo en PROCLADE, hace que me sienta en familia a nivel mundial con gente que vive realidades muy diferentes a la mía. Me recuerda la importancia de cuidarnos entre todos y de que convivimos juntos en el mismo planeta."
"Para mi, colaborar con PROCLADE, es trabajar con una organización que siente como yo siento por un mundo injusto ante el que no nos podemos quedar de brazos cruzados."
“El trabajo en el Patronato nos exige buscar siempre lo mejor para el futuro de Fundación PROCLADE. Es una gran responsabilidad, dado que implica velar por todo el equipo que hay detrás de cada proyecto y acción solidaria que realizamos, desde los voluntarios/as de las distintas delegaciones a los trabajadores, las contrapartes y los beneficiarios. Ser parte de esta cadena como voluntaria y como integrante del patronato da verdadero sentido a
mi compromiso”.
"Describiría mi paso por la Fundación PROCLADE como una red de cooperación, a través de la cual he podido entregar y recibir, enseñar y aprender, ser parte de esta red que es más grande que todas nosotras pero que si faltáramos alguna no existiría tal y como es. Nunca me he sentido sola estando aquí."
“Nunca olvidamos a quienes nos ayudaron a obtener una educación de calidad y eso nos motiva a seguir estudiando y, si Dios quiere, hasta culminar nuestros estudios universitarios”.
"Esta pandemia ha sido muy difícil. Hemos tenido muchas dificultades, pero gracias a este proyecto de Fundación PROCLADE hemos podido salir adelante. Hemos buscado nuevas alternativas y con esta estrategia hemos podido continuar con nuestras vidas."
"Durante la pandemia por el Covid-19, estábamos en un período de carencia. Las condiciones de vida no son fáciles aquí en Burkina. El día que no podíamos salir a trabajar y conseguir comida, mis nietos y yo dormíamos con el estómago vacío. Tanto yo como mis nietos, que viven conmigo, estábamos sufriendo mucho y esta ayuda nos ha supuesto un gran alivio."