Hoy queremos hacerte partícipe de uno de los importantes logros de Fundación PROCLADE a lo largo de 2022. Hemos finalizado el proyecto de fortalecimiento de la soberanía alimentaria en Burkina Faso. Se trataba de una nueva aventura, en un país en el que apenas habíamos tenido intervenciones, excepto un pequeño proyecto en 2018 y otro para trasladar nuestro apoyo durante la crisis del COVID-19 en 2020.
Gracias a la cooperación con PROCLADE BURKINA, nuestra contraparte en el país ha sido posible definir las necesidades, priorizar entre las diferentes alternativas y finalmente, formular un proyecto de soberanía alimentaria para 100 familias del pueblo de Villy, cerca de Koudougou, centrándonos sobre todo en las mujeres y en los colectivos más jóvenes.
El proyecto ha sido evaluado positivamente tanto por la Diputación de Burgos como por el Ayuntamiento de Cartagena. Gracias a su financiación ha sido posible alcanzar los objetivos y resultados definidos en nuestro proyecto. Pero, ¿qué hemos alcanzado con el desarrollo de este proyecto?
Primero ha sido posible crear una huerta ecológica comunitaria de dos hectáreas que ha servido para centro de formación y para crear comida de calidad para las familias beneficiarias. Hemos vallado el terreno, construido granjas para la ganadería avícola, de conejos y de cabras y también construido un sistema de riego gracias a la construcción de un pozo que no solo permite abastecer de agua las huertas a lo largo de la temporada de sequías, sino que permite también un abastecimiento de agua potable para las personas del pueblo.
Una vez construida la infraestructura necesaria hemos comprado las semillas, los animales y todos los insumos agrícolas necesarios para el proyecto y hemos empezado con las formaciones que han sido de esencial importancia para que los conocimientos adquiridos en el proyecto sean útiles para toda la vida tanto por la población beneficiarias como por otras personas beneficiarias de la misma zona. Se han impartido formaciones en técnica de compostaje, emprendimiento agrícola, técnicas de crianza y producción de aves de corral, técnicas para la cría de pequeños rumiantes como cabras y ovejas, así como formación en técnicas de educación financiera y explotación de las parcelas agrarias. En menos de un año, ha sido posible mejorar el acceso a la comida de 100 familias (alrededor de 700 personas) en Burkina Faso y así garantizar su derecho básico a la alimentación de calidad en el futuro.
Por último, Kabore Romuald, una de las personas beneficiarias del proyecto, destaca la importancia del agua y el riego, un elemento que en nuestras latitudes a veces damos por asentado: “Estoy muy contento con este proyecto. La situación de los habitantes del pueblo va a mejorarse mucho porque nos permite regar en los 6 meses de sequía que tenemos anualmente.”
