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(Nuevamente os hacemos partícipes de los últimos correos enviados por Anibal, uno de los claretianos con los que PROCLADE estamos trabajando en Kazal, zona rural a unos 45 Km de Puerto Príncipe, perteneciente al departamento de Lwes)
MÁS LLUVIA EN HAITÍ… Y LLUEVE SOBRE MOJADO
Las comunidades pertenecientes a Kazal, están incomunicadas ya que la carretera más importante – ruta que sirve de comunicación terrestre- se ha cortado en el momento que se destruyó uno de los puentes que tiene la ciudad, por este motivo está llegando muy poca comida a Kazal, lugar donde Fundación PROCLADE ejecuta desde hace años proyectos de desarrollo y donde está presente una comunidad de claretianos
Según Aníbal Zilli, claretiano responsable de dichos proyectos, la cantidad de comida que ha llegado no es una cantidad que pueda satisfacer el hambre de la gente. El día 14/9/08 estuvo el helicóptero de la ONU dando vueltas para ver si podía descender con comida, pero se fueron ya que no había condiciones para descender.
El 17 de septiembre, volvió a llover con intensidad, por lo que se ha destruido otro de los puentes que hasta el momento facilitaba la llegada de vehículos cerca de Kazal, la desesperación de la gente va en aumento. Según Aníbal “cuando saben que va a venir algo de comida, se van todos donde está cortada la ruta y esperan el vehículo y si no se les da lo toman”.
Aníbal nos comenta que es difícil trabajar con la comunidad, ya que la desesperación hace que cada uno intente “salvarse” de forma individual, a pesar de eso, Anibal nos cuenta: “hasta ahora hemos organizado un comedor en una escuela con la poca comida que llegó, será para tres o cuatro días. Al saber que se da comida cada día aumentan los que necesitan comer”. Bajo su valoración cree que el 80% de la población necesita ser asistida con comida.
Una vez transcurrida una semana, Anibal nos comenta los daños producidos en su zona, la situación en la que han quedado y lo que ahora mismo más necesitan:
– DESTRUCCIÓN DE DOS PUENTES: El día del huracán en Kazal quedó totalmente destruido el puente peatonal que sirve para cruzar el río. Pasan más de 2000 personas por día y en tiempo de escuela son unos 600 niños que lo pasan. Todos los enfermos necesitan pasar por el puente, porque la clínica está del otro lado. Hay 7 comunidades de la montaña que lo utilizan. Ya se ha pedido un presupuesto oficial a un ingeniero, aún no se lo da, pero estima un costo de 15 a 20 mil dólares .El problema es poner 4 pilares en el río. Y para eso hay que alquilar una maquina excavadora. Como hemos comentado anteriormente, ayer, tras las lluvias intensas, acabó cayendo el otro puente que permitía los vehículos llegaran hasta cerca de Kazal. Esto dificulta aún más la entrega de la ayuda humanitaria a esta zona.
– AGUA POTABLE: Se destruyó el sistema de agua potable. En el momento que se de comienzo la fase de emergencia de reconstrucción , habría que hacer un trabajo bien hecho y poner los caños por un sitio más seguro y caños galvanizados. Son más o menos 3 km que tiene problema.
– CASAS DESTRUIDAS: Hasta ahora hay unas 60 casas totalmente destruidas y el número de las dañadas es mucho mayor, aún no se han contabilizado con exactitud pero estarán entre las 200 o 300m casas Para las casas Aníbal solicita ayuda para poder comprar chapas, bloques, hierro, cemento, con el fin de que cada familia pueda reconstruir sus casas.
– COMIDA: Kazal tiene unas 24.000 personas en toda su jurisdicción y un 80% de estas personas están afectadas, por ello, la comida es lo que más se demanda. Además. este problema se estima que va a durar muchos meses porque ya pasó el tiempo de sembrar y lo que estaba sembrado se perdió casi todo.
– MEDICAMENTOS: ya que están surgiendo enfermedades como la gripe, diarreas, dolores, fiebres, por lo que solicitan medicinas.
– VARIOS:
* Se necesitan también colchones y mosquiteras.
* Solicitan herramientas para que la gente pueda arreglar sus rutas y poder salir de las comunidades para buscar lo que necesitan o llevar a un enfermo. Las rutas a pie o de animales quedaron también destruidas por las avalanchas de tierra. Las herramientas que hacen falta son picos, palas y carretillas.
El trabajo, al día de hoy se centra en continuar con la valoración de daños, cubrir las necesidades más inmediatas y fortalecer el trabajo comunitario organizando a las comunidades con el fin de poder repartir la ayuda que vaya llegando a través de un equipo de emergencia en cada comunidad.