Hoy celebramos, como cada 10 de diciembre el Día de los Derechos Humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, que proclamó los derechos inalienables de cada ser humano independientemente de su sexo, raza, color, religión y cualquier otra condición, cumple hoy 74 años. Se trata de un documento importantísimo que ha hecho explícita la necesidad de garantizar esos derechos a todas las personas del planeta.
Desafortunadamente sabemos que esto no ocurre. Hay muchas personas en el mundo que no ven respetados sus derechos humanos y las que más sufren esta vulneración son las personas en condición de vulnerabilidad como mujeres, personas migrantes, niños niñas y personas con discapacidad. Esto ocurre de forma más destacada en los países con Índice de Desarrollo más bajo. En Fundación PROCLADE llevamos trabajando desde 1996 para que las personas en situación de vulnerabilidad vean garantizados sus derechos.
Hoy queremos hablarte del proyecto cuyo nombre es “Mano Cambiada”. Es un proyecto que estamos llevado a cabo en cooperación con nuestro socio local PROCLADE COLVEN y gracias la financiación del Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Elda. Se trata de un proyecto que trabaja con las personas afrodescendientes de la zona de Tumaco en el Departamento de Nariño. Las comunidades afrodescendientes con las que trabajamos sufren los efectos de la violencia armada que se ha perpetuado a lo largo de muchos años en los territorios donde viven. Su derecho a vivir en paz y en seguridad (Artículo 3 de la Declaración Universal) no es garantizado: los jóvenes a menudo son reclutados por los grupos armados, los niños y las mujeres sufren las consecuencias de la violencia y la esperanza de un futuro mejor es casi nula entre la población joven.
Para hacer frente a esta situación Fundación PROCLADE y PROCLADE COLVEN llevamos años construyendo procesos de resistencia pacífica frente a la violencia y para mejorar las condiciones de las comunidades locales. Gracias a este proyecto estamos formando a las personas jóvenes en atención psicosocial para que ellos mismos puedan llevarlas a cabo en sus comunidades. Al mismo tiempo, estamos apoyándoles en la construcción de iniciativas agrícolas como huertas comunitarias, pequeñas crías de animales, cultivos de plantas aromáticas y otras actividades que las comunidades quieran desarrollar. Finalmente damos a conocer a las instituciones públicas nacionales e internacionales la situación en la que viven estas comunidades ya que es fundamental que se siga legislando para protegerlas y hacer así respetar sus derechos.
El camino hacia la consecución de los derechos humanos en esta zona es aún largo y por esto es fundamental que siga la cooperación entre las instituciones públicas (en este caso el Gobierno de La Rioja y el Ayuntamiento de Elda) y las ONGs.
