Hoy, desde Fundación PROCLADE nos unimos a la celebración del Día Internacional de la Mujer Afrolatina Afrocaribeña y de la Diáspora. Este día lo celebramos desde 1992 cuando se reunieron por primera vez el mismo 25 de julio en República Dominicana mujeres afrolatinas afrocaribeñas y de la diáspora de 32 países de América Latina y el Caribe.
Es un día fundamental porque nos permite hablar de racismo y de sexismo. Las mujeres Afrodescendientes suelen sufrir múltiples vulneraciones de sus derechos humanos por el simple hecho de ser racializadas y de ser mujeres. Como afirma la Unesco, hoy en día estamos lejos de conseguir la igualdad para este colectivo y por esto es fundamental hacerlo presente. Las mujeres afrodescendientes sufren múltiples formas de discriminación, una injusticia heredada contra la que hay que luchar y trabajar diariamente para que sus derechos humanos no sean vulnerados.
En PROCLADE estamos involucrados en la lucha de las mujeres afrodescendientes gracias a la cooperación con nuestro socio colombiano PROCLADE COLVEN con el que cada año implementamos proyectos cuya población beneficiaria son las mujeres afrodescendientes e indígenas. Como ejemplo de ello, hablaremos de un proyecto que se ha desarrollado en 2022 y 2023 que se llama CRE-SER. En este proyecto hemos cooperado con mujeres y hombres pertenecientes a comunidades étnicas afrodescendientes o indígenas en Departamento de Chocó, Nariño y parte de Antioquia. En estas zonas, a pesar del cese del conflicto bélico socio-político entre el Estado Colombiano y las FARC-EP en 2016, la crisis humanitaria en Colombia se resiste a desaparecer y adquiere con el tiempo características más compleja. Como de costumbre las personas que más sufren estos tipos de situaciones son los grupos más vulnerables. En este caso, las mujeres Afrodescendientes.
Gracias a la implementación de este proyecto se ha trabajado en programas de formación y empoderamiento comunitario para las comunidades locales y sobre todo para las mujeres para dotarlas de herramientas, racionales, emocionales y materiales para dar respuesta a la violencia ya la vulneración de derechos humanos que sufren. Se ha formado a más de 150 promotoras comunitarias en una escuela de resiliencia para formar a líderes y lideresas que sepan guiar sus comunidades en la resistencia a la violencia y en la implementación de iniciativas que hagan que sus derechos humanos se vena garantizados.
Desde PROCLADE apoyamos la lucha de las mujeres afrodescendientes para poner fin a todas las formas de discriminación racial y sexual.
