Hace más de seis meses que nos despertamos con la terrible noticia, ¨Un conflicto en el este¨ y desde entonces diariamente noticias y noticias, sobre lo que ocurre en los frentes, noticias sobre el conflicto, los combatientes, las víctimas.
Y desde hace seis meses, no nos hemos detenido, miles de kilómetros de un lado a otro, donde los misioneros claretianos de Polonia y Ucrania no han dejado ni un minuto de ayudar a la población, a los desplazados, a las personas heridas… a todos aquellos que día tras día llaman a sus puertas.
En las últimas semanas, los Misioneros partieron de nuevo desde Polonia con cientos de kilos de grañones (trigo), arroz, pasta, harina, pan rallado y cientos de latas de conservas, así como artículos de higiene (detergente, champú, toallitas húmedas…). La mayoría de ayuda humanitaria fue entregado a la congregación de las siervas de la Inmaculada Concepción que viven en Boryslav, donde distribuyen esta ayuda a los refugiados de guerra que viven en esta población ucraniana. Para los hospitales de las zonas de primera línea del conflicto armado, y para el hospital de Truskavets, donde trabajamos principalmente, se ha enviado instrumental quirúrgico portátil, taladros/sierras quirúrgicas, tornillos y placas para la fusión ósea, una camilla móvil de 2 unidades, vendas, analgésicos, sábanas desechables, un lector de radiografías, botiquines y dos impresoras láser.