En la Semana Mundial del Agua es esencial recordar la importancia de esta. Desde Fundación PROCLADE trabajamos para garantizar la disponibilidad de este recurso hídrico y desarrollar el ODS6, cuyo propósito fundamental es garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todas las personas.
Para el año 2025 se prevé que 48 países, habitados por casi 3.000 millones de personas -el 35% de la población mundial estimada-, se enfrentarán a un déficit serio de agua dulce. Y es que el número de habitantes de nuestro planeta aumenta sin parar, mientras que la Tierra no dispone ahora de más agua que hace 2.000 años, cuando era habitada por menos del 3% de la población actual. De hecho, el consumo total de agua se ha triplicado desde 1950 y se estima que para 2030 habrá aún una demanda hasta un 40% más alta, que nuestro planeta será incapaz de suministrar.
Así que el agua no debería ser tratada como cualquier otro bien económico, sino como un recurso imprescindible en el mantenimiento de la vida y los ecosistemas, ya que sin agua la vida está seriamente amenazada. Pero, por encima de todo, el agua resulta indispensable para que sea posible la dignidad de los seres humanos. Así se entiende el reconocimiento, en julio de 2010 por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas, del acceso básico al agua y saneamiento como un derecho humano fundamental, universal e inalienable.
De esta manera, PROCLADE realiza un proyecto en el barrio de Champ de Tirs, en la Provincia de Kinshasa, en República Democrática del Congo, con el apoyo del Ayuntamiento de Gijón y junto a PROCLADE Congo, para la consecución de los objetivos marcados en esta materia.
Esta intervención completa un proceso que trabaja en la dirección de garantizar el acceso al agua potable para las personas del barrio de Champ de Tirs. Gracias a la perforación del pozo y la construcción de puntos de abastecimiento de agua potable, las personas de Champ de Tirs pueden acceder al agua potable a precios asequibles sin recurrir a la compra en el mercado informal o desplazarse muchos kilómetros. Gracias a estas intervenciones se garantiza una de los derechos fundamentales de la población beneficiaria que había considerado este derecho como prioritario para mejorar su calidad de vida dentro de la comunidad.
Con la primera fase del proyecto se garantizó un acceso al agua que se encuentra en el interior del terreno de la escuela. A través de esta nueva acción se desarrollan cuatro puntos de acceso más dentro del barrio. Dos puntos de acceso están directamente conectados al pozo que se perforó en el proyecto implementado entre 2020 y 2021. Por esto se construye una cisterna conectada al pozo que almacena el agua bombeada desde el pozo. Esta cisterna alimentará a dos puntos de acceso al agua uno, dentro del recinto escolar para abastecer a la escuela secundaria y otro fuera del recinto para que las personas del barrio puedan acceder a ellos sin necesidad de entrar en el centro escolar. Los otros dos puntos de acceso serán ubicados en las cercanías del rio Lukunga.
Un proyecto mediante el cual se construye unos pozos que purifiquen el agua del rio para que la misma tenga la calidad necesaria para que sea potable y por lo tanto de uso para la población del barrio, garantizando este derecho universal.
