El terremoto del 25 de Abril de 2015 localizado en el distrito de Ghorka asoló múltiples áreas de Nepal. Un segundo terremoto el 12 Mayo de 2015, localizado en esta ocasión en el distrito de Sindupalchowk, causó grandes daños. Según el Gobierno de Nepal, un total de 8.969 personas fallecieron, más de 23.000 sufrieon algún daño, 602.592 casas fueron destruidas, 284.482 presentaron algún daño parcial y 1 millón de personas necesitaron de asistencia de comida.
Como respuesta a esta situación, Cáritas Nepal (CN) implementó un programa de emergencia durante un periodo de 4 meses que proporcionó asistencia inmediata a más de 50.000 familias. Por otro lado, el Gobierno de la Nación proporcionó una ayuda económica con 15.000 NPR a cada una de las familias afectadas. Además, un largo número de ONGs nacionales e internacionales ayudaron en este proceso pero el grado de daño y de pérdidas es tal, que la intervención humanitaria por la comunidad internacional es necesaria para complementar los esfuerzos del Gobierno y comunidad local. El Gobierno estima que este desastre elevó al país de un 2.5% a un 3.5% en su grado de pobreza durante el año 2015-2016.
Tras una intensa evaluación por un equipo técnico de Cáritas Nepal, el proyecto cubre un área de 4 distritos (de los más afectados tras el terremoto) bajo el Vicariato Apostólico de Nepal: Dolakha, Sindupalchowk, Kavrepalanchowk y Sindhuli.
El objetivo principal del proyecto era que la población más afectada llevase a cabo la reconstrucción de sus casas, restaurar el acceso al agua y a las necesidades sanitarias, restablecer un medio de vida y la capacidad de recuperarse de futuros desastres.
Dentro de estos objetivos, el proyecto concreto que se llevó a cabo, fue el de la reconstrucción de las casas destruidas. Cáritas Nepal ha desarrollado un modelo de vivienda bajo las especificaciones del gobierno que ha aportado una subvención económica por familia. El plan de Cáritas Nepal era ayudar a 4.400 familias a lo largo de 2 años (3.000 en el primer año y 1.400 en el segundo) para la construcción de casas de 350 metros cuadrados con 2 habitaciones, cocina y baño, y con la previsión de poder construir otro piso cuando llegue la subvención.
El planteamiento fue ayudar a la población a ‘construir mejor que antes’ proporcionándoles material técnico y económico para construirse una vivienda resistente a terremotos. El programa ha conseguido ingenieros que han entrenado a los albañiles locales mediante la construcción de casas piloto.
Esto ha hecho que la capacidad de la comunidad local para construirse sus propias viviendas más resistentes ante un terremoto mejore, además de movilizar los recursos locales para ello.