¿Qué impacto tiene nuestro consumo de agua? ¿Cómo repercuten nuestras decisiones en la vida de las personas que viven directamente de la tierra y que suponen más del 50% en países empobrecidos? ¿Qué relación existen entre nuestras compras y la explotación laboral en la industria manufacturera? ¿Dónde van a parar los residuos que producimos y que consecuencias tienen en esas zonas? Estas son sólo algunas de las personas que esta campaña quiere responder entre los niños y jóvenes de los centros educativos.
Porque sabemos que el consumismo está tan arraigado en cada uno de nosotros que nos impide discernir entre las necesidades reales y las necesidades que la publicidad nos impone. Por ello, tenemos que ponernos manos a la obra para entender que detrás de nuestro consumo hay personas para las cuales todos los días son negros. Es el momento de cambiar y de entender que consumir lo justo y necesario depende de nosotros. Además, con esta campaña damos un paso más en la sensibilización en torno al #ConsumoJusto y a la necesidad de poner a la persona en el centro de nuestras decisiones de compra.