En los países de tradición cristiana, los niños de todo el mundo esperan la Navidad pensando en cuántos regalos podrán recibir. En Sudán del Sur, la pregunta que se hacen muchos padres es: ‘¿Qué puedo dar a mis hijos para comer hoy, mañana, la próxima semana…?’ Una reflexión que nos llega directamente desde el país africano de la mano del hermano Bill, que nos hace llegar también estas palabras llenas de confianza en un futuro mejor:
Sin embargo, miramos al nuevo año con optimismo. Los líderes del gobierno y los rebeldes deben empezar a ver que no vamos a ganar nada con más combates. Es hora de reconstruir. Se sigue ejerciendo presión internacional. Oramos por los nuevos líderes que emergen en este país, que van a dirigirnos en una nueva dirección con el apoyo de otros países. También por las ONGs y los donantes que no están abandonando el país. Las personas encuentran esperanza en la solidaridad proporcionada por estos amigos internacionales.
Este es un regalo de Navidad que me recuerda mucho a la pobreza que rodeaba a la primera Navidad; de cómo de la pobreza puede surgir la grandeza. Hay muchas buenas personas que aquí trabajan para lograr una mayor seguridad y paliar el hambre. El misterio de la encarnación nos invita a ser optimistas. Que todos podamos disfrutar de una Navidad llena de esperanza.