En varios momentos de la tarde, tuvimos la posibilidad de charlar con los colegiales sobre qué tienen que ver nuestras vidas con las injusticias que existen en el mundo. Así, tras analizar cómo las desigualdades a nivel planetario son cada vez más grandes, planteamos diferentes posibilidades que se pueden hacer para luchar por un mundo más justo y que van desde una apuesta clara por el Comercio Justo y la banca ética hasta hacer voluntariado o pensar mejor a la hora de consumir. También tuvieron la pportunidad de conocer más de cerca el proyecto en Ecuador al que van destinados los fondos obtenidos en esta actividad.
Al escenario subieron también varios excolegiales que durante el pasado verano pudieron vivir la experiencia de un voluntariado internacional; transmitieron a sus excompañeros las dificultades con las que se encontraron al al llega a Gambia en pero también la satisfacción que les supuso ser consciente de que estaban ayudando, en la medida de sus posibilidades, a mejorar la vida de los ciudadanos de aquel país africano.
Todo ello amenizado por varios conciertos y, cómo no, con el café y los bocadillos de crema de cacao de Comercio Justo. Sin duda, una tarde que dejó muy buen sabor de boca.