«La brecha que existe entre los más pobres y los más ricos en el mundo es considerable y está creciendo. […] Debemos hacer más para empoderar a las personas mediante el trabajo decente, brindarles apoyo a través de la protección social, y velar por que se escuchen las voces de los pobres y los marginados.»
Mensaje del Secretario General de Naciones Unidas en el Día Mundial de la Justicia Social
La expresión justicia social fue acuñada a mediados del siglo XIX por el sacerdote italiano Luigi Taparelli en su libro ‘Ensayo teórico del derecho natural apoyado en los hechos’. En seguida adquirió popularidad y posteriormente estuvo muy ligada a los movimientos obreros surgidos contra el capitalismo. Además, en los últimos años, este concepto ha ido a más. Tras su adopción por parte de la Organización Internacional del Trabajo, se han multiplicado los esfuerzos para garantizar resultados equitativos para todos a través del empleo, la protección social el diálogo social y los principios y derechos fundamentales en el trabajo.
Un concepto con historia que este viernes 20 de febrero celebra su Día Mundial con un objetivo claro: implicar a la comunidad internacional en la defensa de la igualdad de género o los derechos de los pueblos indígenas y de los migrantes. Algo que debe implicarnos a todos ya que la justicia social es la base para promover el desarrollo y la dignidad humana.