Colaboración con MISIONES CLARETIANAS DE CASTILLA
La destrucción, sobre todo en vivienda e infraestructuras, los muertos, damnificados, etc. fueron ampliamente cubiertos por los medios de comunicación, dada la dimensión de la catástrofe. Ya antes, en El Salvador el 49.74% de la población (3,007,296 personas) vive en condiciones de pobreza; de ellos el 44.77% (1,346.407 personas) viven en condiciones de extrema pobreza.
Muchos de los resultados directos e indirectos de esta condición de pobreza extrema, como la desintegración familiar, la alta tasa de mortalidad y morbilidad infantil, el desempleo, la violencia social, la violencia doméstica,… se verán agravados sobremanera por los efectos del terremoto, la falta de vivienda, el hacinamiento, la promiscuidad, el desarraigo,…