Cuba sufre un grave contexto político y social que ha derivado en los últimos años desigualdades y la incapacidad, para la mayor parte de la población, de tener cubiertas las necesidades básicas. Hay carencia de alimentos, de medicinas, de ropa… El acceso a los servicios básicos está muy limitado o es casi inexistente para muchas personas.

 Las personas mayores se encuentran en situación de vulnerabilidad y lo que el estado les asigna como pensión no les alcanza para poder mantenerse por sí mismos y mucho menos cuando tienen a su cargo a niños u otras personas dependientes. Otro gran problema, derivado de los anteriores, es de salud mental. Existen muchas personas con problemas mentales (muchos de ellos personas mayores) que no pueden acceder a la medicación necesaria porque hay poca o es inexistente, lo que agrava aún más los casos. Por ello también apoyamos con el envío de medicamentos en colaboración con la ONG Hombre Nuevo, Tierra Nueva que trabaja en Cuba desde hace 24 años, vinculados a La Salle y otras congregaciones.

En Cuba, las personas mayores superan los 2 millones y constituyen el 20.4% de la población en la actualidad. Según estudios demográficos se estima que, entre el año 2025 y 2030, este grupo etario sobrepase los tres millones y representen más del 30% de la población cubana.

Garantizar su seguridad alimentaria, sanitaria, en salud, familiar entre muchas otras constituye un gran reto para el país; siendo muy complejo lograr cubrir los requerimientos. Muchas son las políticas y estrategias de atención dispuestas en el país para dar respuesta a las demandas de este grupo. Sin embargo, persisten desafíos económicos, sociales, culturales e infraestructurales que limitan su materialización, lo cual se revierte en la calidad de vida de dicho grupo.

Por ello, desde Fundación PROCLADE trabajamos en dos áreas de acción territorial en los dos extremos de la isla (Oriente y Occidente-La Habana) dónde están situadas las comunidades y el trabajo de los misioneros claretianos. En cada una de las dos áreas existen terrenos en los que poder cultivar y producir alimentos para los comedores, ya que no siempre es posible acceder a alimentos en los mercados debido a la carestía de estos en la isla.

Contribuimos a la mejora de la calidad de vida de 7000 personas mayores por medio de estrategias de acompañamiento psicosocial, médico y alimentaria:

• Atención y acompañamiento a las personas ma­yores que acuden a los comedores sociales en La Habana, Santiago y Guantánamo.
• Entrega de medicinas y suministros higiénicos y sanitarios.
• Atención social y entrega de alimentos a otras personas que aun no siendo mayores, tienen unas condiciones de extrema vulnerabilidad.
• Proyecto de agricultura y ganadería sostenible con el fin de proveer alimentos para los come­dores.

Con tu ayuda puedes mejorar la vida de una persona mayor. ¡APADRINA!