212 CASAS PARA CAMBIAR LA HISTORIA DE UN PAÍS

En 2018 comenzamos un proceso que parecía muy complejo y que en ese momento pienso que, tal vez, ni siquiera sabíamos las consecuencias que tendría… Comenzamos a construir casas en la India… Casas extremadamente sencillas con una o dos habitaciones, una pequeña cocina y un espacio que simula una pequeña salita, y al lado, fuera, una letrina.

Las destinatarias de los proyectos, y futuras dueñas de las casas serían mujeres irulares y sus familias… ¿Irulares…?

La India, un país inmenso con cerca de 1.500 millones de personas, tiene en su haber numerosos grupos étnicos, donde religión y tradiciones se ven tremendamente mezclados. La tribu irular está formada por entre 200.000 y 300.000 personas y se distribuyen en varios estados, el principal de ellos, Tamil Nadu. Es un pueblo de gente extremadamente humilde y castigada por la tradición de unas castas que les han colocado en lo más bajo del orden jerárquico y les hace poseer el sobrenombre de «intocables».

Los irulares no tienen casas, la historia lo dice, viven en cabañas en el mejor de los casos, llevan una vida nómada, no deben poseer nada, no son acogidos aceptados con facilidad en escuelas o en un trabajo y son los culpables de la mayoría de cosas malas que pasen a su alrededor, creencias que permanecen en el imaginario colectivo y que les generan constantes vulneraciones de sus Derechos humanos.

Hace años ya que el Gobierno de la India decidió abolir las castas y considerarlas ilegales, pero lo cierto es que la cultura en torno a ellas, ha sobrevivido y sigue vigente… Sin embargo, el gobierno, con el apoyo de algunos estados ha propuesto e implementado mejoras que permiten mejorar la calidad de vida de muchos colectivos, en el caso de los irulares, una de esas medidas pasa por la financiación de la mitad del valor de los materiales de una casa, o la compra del terreno para su emplazamiento, de modo que ahí es donde entra PROCLADE y los Misioneros Claretianos.

Para las mujeres irulares supone una gran ayuda esta medida, pero no pueden conseguir los recursos para financiar el resto de la vivienda, así que PROCLADE, con el apoyo de diferentes financiadores, ha aportado todo lo restante para esas construcciones, y lo ha complementado con formaciones para la búsqueda de empleo y que ha dado como resultado la construcción de 212 casas en estos 6 años.

Hace algunas semanas ya que tuve la oportunidad de compartir unos días con las destinatarias/os de los proyectos, con los irulares… Qué impresionante sentir la necesidad de un saludo cercano y del contacto humano… Y es que cuando tú apellido es «intocable» un apretón de manos reequilibra una pequeña parte de la injusta balanza que te ha tocado vivir y uno vuelve a ser un «ser humano» de pleno derecho por unos instantes. 

Durante el viaje realizamos un pequeño encuentro con muchas de las personas beneficiarias donde compartimos palabras de agradecimiento, muchas palabras de esperanza, muchas… Esperanza de cambio, de seguir luchando por sus derechos, de hacerse visibles, de ir con la cabeza alta, de no rendirse, de denunciar los abusos… Qué de retos por delante… Ahora lo recuerdo y me emociona pensar en tanta valentía concentrada.

Entre todas las intervenciones de ese día, hay una de ellas que no podré olvidar… Una de las jóvenes de la comunidad nos dice a todos los presentes para que nunca nos olvidemos: «Recordad algo, nosotras somos la primera generación de irulares que vivirá en una casa, llevamos siglos y siglos viviendo en chozas, como nómadas, sin derechos… con estas casas nosotras hemos cambiado la historia de la India.»

Y es que, creo que no habíamos reparado en el valor que hay detrás de una casa… No son 212 casas las que hemos ayudado a construir… son 212 familias que tienen un hogar, y ahora me doy cuenta ese hogar, no es sólo el sitio cálido y apacible en el que compartir una comida o tú descanso con tus seres queridos… Un hogar es aquel que tiene los Derechos humanos garantizados, que tiene la certeza de que mañana serás un ser humano más en un gran mundo, y qué seguirás gozando de ese regalo que es la vida sin ser maltratado por el lugar en el que te ha tocado nacer…

212 hogares que garantizan que el futuro del pueblo irular seguirá cambiando… Mejorando… Y haciéndose con un espacio de Derechos que nunca debieron perder.

Agradecimientos

Gracias a los financiadores españoles que han hecho posible estos proyectos desde 2018. Gracias a Junta de Castilla y León, Diputación de Burgos, Diputación de Ciudad Real, Diputación de Valencia, Diputación de Valladolid y Diputación de Zaragoza

 

Francisco Carril, director de Fundación PROCLADE

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