Hoy, día mundial contra el trabajo infantil, desde Fundación PROCLADE nos sumamos a este llamamiento mundial con el objetivo de reducir el trabajo infantil en el mundo.
Según Naciones Unidas, a pesar de los avances en la reducción del trabajo infantil en la última década, el progreso se ha ralentizado e incluso estancados entre el 2016 y el 2020, cómplice también la pandemia. Por esto, es necesario recordar este día y seguir trabajando en la erradicación del trabajo infantil. Pero, ¿Qué es exactamente el trabajo infantil? En el mundo muchos niños y niñas apoyan a sus familias en su economía a través de actividades que no son perjudiciales para ellos. En este caso no se consideran niños trabajadores. El problema se da cuando niños y niñas son obligadas a trabajar en actividades peligrosa que comprometen su desarrollo físico y mental. En el mundo hay muchísimos niños y niñas en estas condiciones. África ocupa el primer puesto con 72 millones de niños trabajadores mientras Asia ocupa el segundo lugar con 62 millones de niños en estas condiciones. Son números que pueden desmoralizar, pero desde Fundación PROCLADE creemos firmemente que es posible mejorar esta situación.
Desde F. PROCLADE trabajamos para la máxima inclusión de los niños y niñas en el sistema educativo. La falta de infraestructuras educativas y la lejanía de muchos centros escolares es una de las razones del abandono escolar temprano en la zona del Noreste de la India en la que trabajamos en coordinación con los misioneros claretianos. Garantizar el derecho a la educación significa también trabajar directamente sobre una de las causas del trabajo infantil.
Por ejemplo, en el estado de Meghalaya en la India seguimos trabajando para garantizar la educación de los niños y
niñas de la zona. Gracias a la construcción y mejora de diferentes centros escolares de la zona y gracias a un sistema de becas que permite a las familias más vulnerables de seguir apostando por la educación de sus hijos, hemos disminuido el abandono escolar en edad temprana. De esta forma, muchos niños que terminaban trabajando en las minas de carbón a causa de la imposibilidad de seguir atendiendo la escuela, han podido seguir adelante con su educación y garantizarse así un desarrollo personal más prometedor. Apostar por la educación integral de los niños y niñas significa también luchar contra el trabajo infantil. Desde Fundación PROCLADE seguimos con nuestro compromiso en la educación y en la lucha contra el trabajo infantil.
Mario Pinucci
Técnico de Cooperación al Desarrollo y Ayuda Humanitaria de Fundación PROCLADE