Este 17 de octubre, Fundación PROCLADE se une para celebrar el Día internacional de erradicación de la pobreza, el primer objetivo de la Agenda 2023. La pobreza no se refiere solo a una condición económica, aunque sea fundamental, sino también con el acceso a los derechos humanos. Podemos considerar vulnerables todas aquellas personas que ven negado sus derechos fundamentales. La vulneración de los derechos humanos tiene que ver con una infinidad de causas históricas y sociales que hace que sea un problema complejo de resolver. No obstante, en Fundación PROCLADE creemos que hay que evidenciar la falta de responsabilidad política de los Estados y los demás actores privados en la lucha para satisfacer los derechos humanos para todas las personas.
Bajo este contexto, estamos llevando a cabo un proyecto de soberanía alimentaria en la zona de Enriquillo, en Haití y República Dominicana, con el apoyo de la Comunidad de Madrid . En esta área las personas haitianas sufren múltiples vulneraciones de sus derechos humanos. Sufren racismo y viven en un contexto dónde las bandas armadas tienen mucho poder.
Por ello, llevamos años trabajando en esta zona, primeramente, con proyectos de ayuda humanitaria y ahora con intervenciones de Cooperación internacional. El proyecto busca mejorar la autoproducción agrícola y ganadera local, gracias a la entrega de semillas y ganado, así como formación en agricultura, ganadería, pero también en carpintería. Parte de la población beneficiaria será protagonista del proyecto actuando como promotoras. Estas recibirán formación específica por parte de un equipo especializado contratado y a su vez, devolverán el conocimiento adquirido a las demás familias de la zona.
El conocimiento es una herramienta esencial para salir de la pobreza, sobre todo si se dan las oportunidades a colectivos que no suelen recibirlo como por ejemplo las mujeres, que históricamente participan en la vida agrícola, pero por su condición de mujeres no suelen recibir formaciones o insumos para mejorar su condición. Por este motivo, en este proyecto también incluimos el enfoque de género ya que entendemos que salir de la pobreza tiene que ver también con empezar a romper la histórica desigualdad de oportunidades que se dan entre hombres y mujeres. No es un caso que la pobreza sea femenina y las mujeres la sufran más que los hombres.
Este proyecto es sólo el principio del plan de soberanía alimentaria de la zona de Enriquillo. Las premisas son positivas y las familias han recibido adecuadamente estas intervenciones. ¡Seguimos trabajando para alcanzar la erradicación de la pobreza!
Mario Pinucci, técnico de Cooperación al Desarrollo
